Apariencia angelical:
Una mirada a la novela Señor Presidente, de Miguel
Asturias
Raúl
Pérez Hernández
El ángel es un ser puramente espiritual, es un espíritu
dotado de un cuerpo etéreo, aéreo;
pero sólo puede tomar del hombre la
apariencia. El ángel es intermediario entre Dios y el mundo, es el alter ego
del Señor, sin embargo cuando el ángel deja aparte la voluntad del
todopoderoso, se transforma en el elemento más perseguido por el gran
omnipotente. La presencia mítica del ángel, se encuentra con toda su fuerza en
la novela El Señor Presidente, de Miguel
Ángel Asturias, escritor guatemalteco nacido en 1899, quien en París, estudió
derecho y religiones antiguas y en 1967 fue dotado con el Premio Nobel de literatura, Asturias murió en 1974. En este comentario,
mostraremos la presencia del ángel tal como arriba lo mencionamos. En esta
novela, que es una denuncia a la impunidad y la corrupción, además de las atrocidades de la dictadura como forma
de gobierno, no priva el sentido ideológico al estético y hace de la crítica
política un motivo de esteticidad en la narración de su historia.
En El Señor Presidente, Asturias hace una
referencia metafórica a la relación entre el personaje principal, Miguel Cara
de Ángel y el presidente de la república, su jefe, el gran dictador, y la
yuxtapone con la que, en los textos litúrgicos, se le atribuye a Dios con los
ángeles. Sin embargo esta relación se presenta invertida a la bíblica. Luzbel
pasó de ángel a demonio cuando dejó la voluntad de Dios. “Miguel Cara de Ángel,
el hombre de toda la confianza del Presidente, entró de sobremesa.- ¡Mil
excusas, Señor Presidente!-dijo al asomarse a la puerta del comedor. (Era bello
y malo como Satán).” (Asturias, 1988:78) Miguel Cara de Ángel, posee la
dualidad de ángel y demonio y es, su metamorfosis, el eje de tención de la
obra.
Miguel Cara de Ángel
dejó de poseer la buena voluntad del dictador cuando conoce el amor. “Los
latines de la absolución, la precipitada fuga del Demonio y los pasos del Ángel
que, como una luz, se acercaba de nuevo a Camila con las alas blancas y
calientes, sacaron al favorito de su cólera contra los transeúntes, de su odio
infantil, teñido de ternura, y le hicieron concebir –la gracia llega por
ocultos caminos- el propósito de salvar a un hombre que estaba en gravísimo
peligro de muerte. Dios, en cambio, tal vez le daba la vida de Camila, lo que
según la ciencia, ya era imposible.” (Asturias, 1988: 239) En este pasaje del
capítulo XXV, se pone de manifiesto esta transformación del personaje principal
que transita del mal al bien y que por tal motivo se convierte en oposición a
su jefe, el dictador.
La presencia del
ángel como un símbolo que en esta novela el autor presenta como mediador del Señor,
crea e instaura un sentido axiológico y deja ver la oposición; bueno/ malo, en un
ámbito de significación invertida y pervertida que emerge a través de él y se
agota en él y que por ello lo encarna. Y así es en nuestra sociedad, el amor está prohibido, si
alguien asume el amor, como la solidaridad y la justicia entre los hombres, es
perseguido y aniquilado, tal como lo anuncia Asturias.
Así el hombre se
encuentra solo y desamparado, “No es extraño, así que la sociedad persiga con
el mismo encono al amor y a la poesía, su testimonio, y los arroje a la
clandestinidad, a las afueras, al mundo turbio y confuso de lo prohibido, lo
ridículo y lo anormal. Y tampoco es extraño que amor y poesía estallen en
formas extrañas y puras: un escándalo, un crimen, un poema.” (Paz, 2002: 347). La
novela del dictador ha representado un género en el que la literatura
Hispanoamericana ha sido un medio de denuncia, en ella, el arte se manifiesta
como un canal ideológico que pone de manifiesto la mezquindad y la miseria
humana, sus debilidades y sus vicios que empequeñecen al hombre como tal. La
poesía en El Señor Presidente, aparece como un fenómeno de la libertad. Hace la
libertad, porque contribuye y en mucho al conocimiento de lo criminal de las
dictaduras en el sur de América.
Bibliografía:
ASTURIAS, Miguel
Ángel. (1988), El Señor Presidente.
Losada. México
PAZ, Octavio.
(2002), El laberinto de la soledad.
Cátedra. Madrid.
Supo interpretar de una manera directa, mediante la redacción del escrito, el punto clave de la novela.
ResponderEliminares un análisis literario muy completo, de igual manera resulta útil en el ámbito escolar.
ResponderEliminarEs un análisis literario muy bien redactado y cita de manera correcta sus fuentes de consulta.
ResponderEliminarme gusto como uso las palabras, espero que mi analisis quede bien como este. :)
ResponderEliminarEs interesante como identifica cada uno de los personaje y los cambios en ellos al igual que en las partes del cuento para redactar este análisis
ResponderEliminarQue gran introducción, sabe usted atraer a los lectores de una gran manera. Aunque es poco la extension de esta crítica, es de gran calidad y muy bien elaborada.
ResponderEliminarGran redacción e interpretación del texto así como la relacion de algo metafórico con el contenido del texto.
ResponderEliminar¡Bien hecho!
Define muy bien la idea del texto y sus ideas centrales, espero poder crear mi texto a la par de este.
ResponderEliminarMuy buena crítica de el libro, la verdad despertó cierto interés por leerlo, despertó en mi la curiosidad por este libro
ResponderEliminares un análisis literario muy completo y al igual es una buena critica del libro y en serio hace que las perdonas quieran leerlo
ResponderEliminarMuy bien análisis haber si me queda igual o mejor que esto
ResponderEliminar¡Que gran texto! tiene una muy buena limpieza y usa las palabras correctas para la redacción.
ResponderEliminarBuenísimo. Tomé como referencia este ensayo para crear el mío y lo logré, ahora mi mamá se sentirá orgullosa de mí.
ResponderEliminarAlgunos ensayos suelen hacerlos largos y tediosos, pero este engloba muy bien el tema sin necesidad de alargarlo y hacer aburrida la lectura del mismo. Además me sirvio para una tarea, pues de no haberlo leido, probablemente hubiera cometido muchos errores de redaccion.
ResponderEliminarMuy buena critica del libro
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