La síncopa palesiana
Raúl
Pérez Hernández
La poesía de Palés es de los de abajo, de los
de afuera, de lo que en el subconsciente occidental colectivo simbólicamente se
identifica con lo negro. Luis Palés Matos, Puerto Rico (1898-1959), figura
lírica de nuestro continente mestizo, autor entre otras obras, de Tuntún de pasa y grifería (1937) escritor
que narra en su poesía una sociedad que gime y sufre, pero también canta, baila
y ríe. Poesía que no recrea solo la idiosincrasia puertorriqueña, sino la de
toda la región caribeña. Proyecta lo africano de América y lo europeo en lo antillano.
En Palés las letras son españolas y el espíritu negro. En este comentario
crítico intentaremos mostrar un caso representativo en donde la oposición
negro-blanco funciona en el nivel fonético en el poema Danza negra, ubicado en la primera parte de Tuntún de pasa y grifería y cómo esta oposición se manifiestan en
el ritmo y musicalidad de la obra en general, elemento primordial en la
literatura palesiana.
La poesía de Palés Matos se presenta
como la antípoda del modelo literario de la tradición burguesa occidental, ya que esta última
concibe una axiología que ubica en sus tres categorías, una unidad positiva y
otra negativa, es decir; en lo estético, lógico y ético, se ubica la trinidad
positiva de bueno-bello-verdadero, mientras que por otra, la triada negativa,
feo-falso-malo, así se forman las oposiciones: bello-feo, verdadero-falso y
bueno–malo. En este orden de ideas, es inevitable pensar la poesía palesiana en
la triada negativa, pues su eje de tensión estética está marcado por lo negro,
color que se opone a lo blanco, formando un campo semántico matizado por lo
simbólicamente negativo desde la óptica de la tradición. Motivo que Palés
aprovecha en la ironización al revertir esta óptica respecto a los valores.
La oposición de lo
negro en los versos de Tuntún de pasa y
grifería se focaliza en la otredad que Palés recoge de la cultura de la que
él forma parte, señalando también al
negro que como el pequeño burgués, aspira alcanzar la oposición de su
condición. Tuntún de pasa y grifería
está organizada en una dialéctica de
tres tiempos; Tronco, Rama y Flor. En la primera parte, –Tronco-, se encuentra el poema, Danza negra de gran riqueza musical, ya
que magistralmente en el nivel fonético, desarrolla un tema musical, que en la técnica de la composición musical es la
base y unidad melódica y rítmica y se forma de dos periodos cada uno de ocho compases. Veinte son los versos de Danza Negra, los primeros cuatro son idénticos
a los últimos cuatro, en total cuatro sextetos y dieciséis endecasílabos agudos
distribuidos en tres estrofas.
En este poema los gongos africanos suenan, se escuchan, se
sienten. En los ritmos presenta un tresillo
seguido de un par de corcheas, sincopando
el ritmo, anunciando la oposición ternario vs. binario, -trisílaba-bisílaba/bisílaba-trisílaba-,
además de comenzar con anacrusa, es
decir en tiempo débil, terminado en fuerte (sílaba aguda), enriqueciendo el
contratiempo con la inversión rítmica, una especie de retruécano rítmico,
típico de la música negra. “Calabó y bambú/ bambú y calabó/”. (Palés, 1999: 95)
esta figura musical, motivo rítmico,
es recurrente en la obra de Palés. En la
estructura de su obra literaria está la negación, la protesta, la inconformidad
con el estado de cosas, el contratiempo es un código innegable y bastante claro
del lenguaje creado por nuestro autor.
A ello podemos añadir que el contratiempo rítmico en forma
de síncopa en la cultura
afroantillana es una manifestación de la contra cultura que impregna esta
literatura negra y que además triunfa
sobre la blanca ya que hasta la fecha la música negra ha aportado al mundo ese motivo musical que es la base rítmica
para la creación de infinidad de ritmos en todo el mundo, iniciando en los
Estados Unidos de Norte América con el Jazz. Otro elemento, la cultura negra
dentro de la ironía que la caracteriza arremete hasta la fecha, pues todos cantamos
y bailamos al son que los negros tocan.
DANZA
NECRA
Calabó y
bambú.
Bambú y
calabó.
El Gran
Cocoroco dice: tu-cu-tú.
La Gran
Cocoroca dice: to-co-tó.
Es el sol de
hierro que arde en Tombuctú.
Es la danza
negra de Femando Póo.
El cerdo en el
fango gruñe: pru-pru-prú.
El sapo en la charca sueña: cro-cro-cró.
Calabó y bambú. Bambú y calabó.
Rompen los
junjunes en furiosa ú.
Los gongos
trepidan con profunda ó.
Es la raza
negra que ondulando va
en el ritmo gordo del mariyandá.
Llegan los botucos a la fiesta ya.
Danza que te danza la negra se da.
Calabó y bambú.
Bambú y calabó.
El Gran Cocoroco dice: tu-cu-tú.
La Gran Cocoroca dice: to-co-tó.
Pasan tierras
rojas, islas de betún:
Haití,
Martinica, Congo, Camerún;
las papiamentosas antillas del ron
y las patualesas islas del volcán,
que en el
grave son
del canto se
dan.
Calabó y bambú.
Es la danza negra de Fernando póo.
Bambú y calabó.
Es el sol de hierro que arde en Tombuctú.
El alma africana que vibrando está
en el ritmo
gordo del mariyandá.
Calabó y
bambú.
Bambú y calabó.
El Cran Cocoroco dice: tu-cu-tú.
La Gran
Cocoroca dice: to-co-tó
Bibliografía:
PALES, Matos Luis. (1999), Tuntún de pasa
y grifería, Universidad de Puerto Rico, Puerto Rico (colección
puertorriqueña,4)
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